Un factor de riesgo es cualquier factor que aumenta la posibilidad de que una persona desarrolle una enfermedad, entre ellas el cáncer. Existen factores de riesgo que pueden controlarse (como el tabaquismo) y otros que no (como la edad y los antecedentes familiares).

Si bien los factores de riesgo pueden influir en el desarrollo del cáncer, la mayoría no es una causa directa de esta enfermedad.

Algunas personas con diversos factores de riesgo nunca desarrollan cáncer, mientras que otras sin factores de riesgo conocidos sí lo hacen. Sin embargo, si usted conoce sus factores de riesgo y consulta a su médico, puede tomar decisiones inteligentes sobre su estilo de vida y los cuidados de la salud.

Debido a que todavía no se conoce la causa exacta del cáncer de próstata, tampoco se sabe cómo prevenirlo. Los siguientes factores pueden aumentar el riesgo de que un hombre desarrolle cáncer de próstata. Edad.

El riesgo de cáncer de próstata se incrementa con la edad y aumenta rápidamente a partir de los 50 años. Más del 80% de los cánceres de próstata se diagnostican en hombres de 65 o más años.

Raza/origen étnico. Los hombres de raza negra presentan un riesgo mayor de cáncer de próstata que los de raza blanca. Tienen más probabilidades de desarrollar cáncer de próstata a una edad más joven y desarrollan tumores agresivos, de rápido crecimiento. Se desconocen los motivos precisos para estas diferencias, y probablemente se vinculen con factores socioeconómicos y biológicos.

El cáncer de próstata es frecuente en América del Norte y el norte de Europa, y es menos frecuente en Asia, África y América Latina. Un dato importante es que su frecuencia está aumentando en las poblaciones asiáticas que viven en áreas urbanas, como Hong Kong y Singapur, y en ciudades de América del Norte y Europa. Antecedentes familiares.

Un hombre cuyo padre o hermano con cáncer de próstata tiene un riesgo más elevado de desarrollar la enfermedad que un hombre sin antecedentes familiares. Los investigadores descubrieron genes específicos que posiblemente estén relacionados con el cáncer de próstata, aunque todavía no se ha demostrado que lo causen ni que sean específicos de esta enfermedad. Conozca más sobre La genética del cáncer de próstata. Alimentación.

Ningún estudio ha demostrado de forma concluyente que la alimentación pueda influir en el desarrollo del cáncer de próstata; sin embargo, muchos estudios indicaron que quizás exista un vínculo.

Todavía no hay suficiente información para realizar recomendaciones claras sobre el papel que juega la dieta en el cáncer de próstata, pero las siguientes recomendaciones pueden ser útiles:

  • Una dieta con alto contenido de grasas, especialmente grasa animal, puede aumentar el riesgo de cáncer de próstata. En realidad, muchos médicos creen que una dieta con bajo contenido de grasas puede reducir el riesgo de cáncer de próstata.
  • Una dieta rica en verduras, frutas y legumbres (guisantes y frijoles) puede disminuir el riesgo de cáncer de próstata. No se sabe con certeza cuáles son los nutrientes directamente responsables. El licopeno, que se encuentra en los tomates y otras verduras, puede desacelerar o prevenir el desarrollo del cáncer. Una dieta con bajo contenido de grasas, rica en verduras y frutas, puede disminuir la presión arterial y el riesgo de enfermedad cardiaca, sin pruebas de que esta dieta cause daño.
  • El selenio, un elemento que las personas reciben en pequeñas cantidades en los alimentos y el agua, juega un papel en la disminución del riesgo de cáncer de próstata y otros cánceres. En la actualidad se está evaluando el selenio en ensayos clínicos y todavía no se comprobó que afecte el riesgo de cáncer de próstata.
  • Se ha sugerido que la vitamina E puede reducir el riesgo de cáncer de próstata; actualmente se la está evaluando en estudios clínicos y todavía no se comprobó que modifique el riesgo. En algunos estudios de vitamina E en otros contextos, se ha sugerido que puede haber riesgos cardiovasculares (por ejemplo, mayor probabilidad de sufrir problemas relacionados con el corazón o en los vasos sanguíneos) inherentes al uso de altas dosis de vitamina E. Será necesario finalizar los estudios clínicos en curso para llegar a una conclusión sobre el uso de este suplemento.

Hormonas: Los niveles altos de testosterona (una hormona masculina) pueden acelerar o causar el desarrollo del cáncer de próstata.

El cáncer de próstata no se desarrolla en hombres que, por otras razones, fueron castrados (es decir, se les extirpó quirúrgicamente los testículos) antes de la pubertad y cuyos cuerpos ya no producen testosterona.

La detención de producción de testosterona en el cuerpo, llamada terapia de deprivación androgénica o castración, frecuentemente trata el cáncer de próstata avanzado.